Una multitudinaria marcha de sindicalistas partidarios de la autonomía, desfilaron en dirección contraria a la convocatoria de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) (Portugal con Alameda), demostrando la tajante oposición de una gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras a la reforma laboral gestada entre el gobierno, la dirección de la CUT y los empresarios, la que según análistas serios, hará retrotraer los derechos de los trabajadores a la primera mitad del siglo pasado.
Hoy en Chile, la jornada de 8 horas, conquista histórica de hace 130 años, es vulnerada y se transgrede sistemáticamente. En el sistema financiero, ejecutivos, agentes, personal administrativo y fuerzas de ventas, han sido “calificados” como personal de “confianza” y con ello excluidos de la tarjeta control y de la jornada laboral. Son víctimas de extensas jornadas y de la intensificación del trabajo para cumplimiento de abusivas metas.
En este escenario, la nueva reforma laboral profundizará el abuso y significará la consolidación de la política laboral impuesta en dictadura y refrendada por los gobiernos de la derecha y la Concertación, hoy Nueva Mayoría.
De ahí, la importancia de que fueran cientos las organizaciones sindicales, de pobladores y de estudiantes que desfilaron por la Alameda hacia Matucana, acogiendo la convocatoria realizada por el Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical, CIUS; la Agrupación por una Mejor Reforma Laboral; el Movimiento Cabreados de la Anef, entre otras, organizaciones, y a pesar que la actividad fue duramente reprimida a pocos minutos de haberse iniciado el acto central, logró instalarse mediáticamente con un discurso y un accionar autónomo, que promete ofrecer una dura resistencia a la nueva normativa laboral que se nos quiere imponer.