Patricio Guzmán S.
ENDEUDAMIENTO Y REDUCCIÓN DEL ACCESO AL CRÉDITO.
En diciembre de 2013, el Banco de Pagos Internacionales (BIP) anunció que había caído con fuerza el crédito en las economías emergentes, sobre todo en Latinoamérica. El BPI señala en su último informe trimestral que el crédito a esta región cayó en el segundo trimestre un 4 % (27.000 millones de dólares) frente al trimestre anterior, la mayor caída trimestral registrada hasta ahora. La mayor parte de la bajada se concentró en Brasil (6,2 %), en México (6 %) y en Chile (5 %).
La Banca que opera en Chile advirtió los primeros días de julio de 2014 que en Chile se había producido una “violenta ralentización de créditos”. “A lo largo del año, progresivamente se han frenado préstamos a empresas, inmobiliarios, de consumo y a proyectos mineros, entre otros.”[2]
CRECE LA MOROSIDAD.
Un informe, recientemente dado a conocer, elaborado por la Universidad San Sebastián, en base a información de Equifax, estableció la evolución de la morosidad de créditos personales en Chile.
La tasa de morosidad de créditos personales ha aumentado en un 25% anual a nivel nacional, destaca el rápido crecimiento de la morosidad entre los deudores de la tercera edad (70 años y más), y los jóvenes (18 a 29 años). Entre los “adultos mayores” la morosidad creció en un 33%, llegando a 112 mil personas. En el segmento de nuevos morosos, los adultos mayores , “a junio de 2014 este subgrupo de mayores de 70 años crece en un 83% anual, en circunstancias que a nivel nacional los recién registrados como morosos fueron de sólo un 39%, es decir, más del doble.” Los jóvenes son el 23% del total de morosos.
En cuanto al valor de la mora promedio, se aprecia una disminución del Valor Mora Promedio: en junio de 2012 era de $1.6 millones de pesos. En junio de 2013 fue de $1.4 millones de pesos, y en junio del 2014 es de $ 1.3 millones de pesos.
El alza brutal de ancianos morosos nos lleva a la pobreza y desatención de los adultos mayores en el modelo de sociedad chilena. La Seguridad Social en Chile está hecha pedazos, el sistema de AFP condena a los jubilados a la pobreza, y el sistema de salud colapsado y parcialmente privatizado, obliga a los viejos a gastar dinero en atención privada y medicamentos. Por esto se endeudan, para sortear sus enfermedades, y luego no tienen ingresos para devolver en su plazo los préstamos.
El gremio del Retail aprovecha la oportunidad para pedir más tiempo antes de la aplicación plena de la reducción de la Tasa Máxima Convencional. La industria que se ha caracterizado por las altas tasas de interés, alega que se ha producido una disminución importante del número de sujetos que pueden acceder al crédito debido a la reducción de las tasas máximas legales. En otras palabras quieren tener como sujetos de crédito a gente que probablemente no podrá pagar regularmente, pero aplicándoles tasas y cobranzas leoninas.
FINANCIAMIENTO DEL SBIF.
“CUANDO LOS RATONES PAGAN EL SUELDO AL CUIDADOR DE LA QUESERÍA.”
En una entrevista el Senador Tuma señaló que “La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) – organismo encargado de la supervisión de los bancos e instituciones financieras en el país – es financiada por 128 organismos, entre financieras, bancos, retail y otros, procedimiento que según el senador del PPD es “irregular desde todo punto de vista”. No me parece que la SBIF esté recaudando el valor de los servicios desde las instituciones que fiscaliza. A mi juicio es irregular desde todo punto de vista, especialmente en cuanto a la transparencia. No puede ser que fiscalizadores se financien, de manera directa, desde los fiscalizados. Puede que no haya interferencia, pero al menos no se ve bien y permite suponer que hay una falta de independencia de la SBIF.
En cuanto al financiamiento Tuma señala que “La idea es que se financie como todas las superintendencias, desde el Fisco, con presupuesto fiscal. ¿Por qué no?, ¿por qué en este caso se da una cosa distinta, y se crea de una manera donde las instituciones financieras tienen que mantener una relación incestuosa con la superintendencia, a través del pago de los servicios? Eso perfectamente podría recaudarlo el Tesorero. Las facultades que se le dan a la SBIF para fiscalizar el modo de pago lo puede hacer la Tesorería. Es la que hace ese trabajo, es especialista en eso. No veo una razón para comprometer la imagen de la SBIF.”
El senador también habló de la falta de voluntad de las autoridades para resolver este asunto. “Desde que se estableció en los ‘80, se empezó a plantear en los ‘90 poder revertir esto, pero ningún ministro de Hacienda ha tenido la decisión para hacerlo. Yo se lo plantee al ministro Arenas, y me encontró la razón de que esto no era presentable. Confío en que el ministro va a articular la iniciativa, para terminar con esta mala práctica, o al menos mala imagen que se construye.”