Los 50 años del sindicato del Banco de Chile

El pasado 26 de abril, el sindicato de Banco Chile, cumplió 50 años de existencia y junto con celebrar este aniversario, cambiando colores e imagen corporativa, su directorio vio la necesidad de escudriñar hacia los orígenes, buscando en la historia los fundamentos del quehacer actual.

El encargado de hurgar en los archivos y en los textos tras los primeros líderes que dieron forma a esta organización, fue Marcelo Villarroel, secretario del sindicato, quien hizo un trabajo minucioso, revisando cartas, documentos e imágenes del pasado.

Conversamos con el dirigente para conocer  de primera mano lo que fue encontrando en su  recorrido histórico por los inicios de la organización sindical y la impresión que le dejó esta misión. Marcelo Villarroel, nos cuenta que entró a trabajar al Banco de Chile en el año 1995 y desde ese entonces pudo conocer y conversar con dirigentes de distinta movimientos sindicales y tendencias políticas, los que le entregaron algunos indicios de cómo se fue  forjando la organización. Al adentrarse en la historia, pudo llegar a los primeros representantes sindicales de los trabajadores, representado por Edgardo Maas Jensen, quien fungió como primer delegado de los trabajadores en el Banco. “De acuerdo a la investigación, él fue discípulo directo de Alberto Hurtado, quien le transmitió estos principios sociales y sindicales, y coincide con el alza del movimiento social a nivel mundial que existía, el levantamiento de los trabajadores demandando mayor igualdad en relación a las remuneraciones y beneficios”, sostiene el dirigente.

“La organización sindical partió con el nombre de Sindicato de Empleados Profesionales del Banco de Chile, esto fue el año 45”, relata Villarroel.  “El año 50 hubo un quiebre porque hubo una huelga del Banco de Londres y todos los sindicatos de la banca, en solidaridad con ella, salieron a la huelga. El problema es que el gobierno de González Videla, que creó Ley Maldita, en su segundo periodo aniquiló la fuerza sindical, por lo menos a nivel de la banca. Sin embargo, se logró reorganizar el movimiento y a principios de los años 60, ya el banco empezó a organizarse nuevamente. Nosotros nacemos el año 63 y este ha sido siempre el sindicato más representativo del Banco de Chile y paralelamente se fueron generando sindicatos en regiones, porque como no existían las comunicaciones como hoy en día, se generaba uno por región para tener fuerza sindical en cada ciudad”.

Marcelo Villarroel, cuenta que entre las cosas que le llamaron la atención durante su investigación fue constatar la relevancia que tenían el mundo sindical en la vida del país y la relación directa que existía entre los dirigentes sindicales  y la política nacional, “de hecho Maas Jensen pasó de ser dirigente bancario a diputado”, ejemplifica Villarroel, agregando que esa fortaleza se notaba también en los beneficios y conquistas de los trabajadores, “antes los trabajadores podían tener hasta 3 créditos hipotecarios durante su vida, porque además, había políticas que le permitían a los trabajadores tener vivienda a muy bajo costo”, explica el dirigente .

El año 67 las organizaciones sindicales ya existentes, conforman una Federación y a partir de ahí,  el sindicato en la capital pasó a llamarse Sindicato Santiago Nº 2.

Esta Federación de sindicatos fue muy potente durante  los años 70, pero durante la dictadura militar, empezó  una clara persecución contra los sindicatos, y en el Banco de Chile no fue la excepción. “Había una orden solapada de hacer desaparecer los sindicatos, la persona que estaba sindicalizada no recibía bono o los beneficios económicos eran menores que el de los trabajadores no sindicalizados, fue así como  disminuyó la fuerza sindical a lo largo del tiempo”. Esto duró, cuenta Villarroel bien avanzados los años 90, llegando el sindicato a contar sólo con 180 socios. “Sobrevivimos con un nicho reducido, mayoritariamente trabajadores operativos y vigilantes. En los últimos años hemos ido incorporando trabajadores más especializados, porque también ellos se han ido dando cuenta que sus privilegios y sus rentas han ido desmejorando. En democracia, por así decirlo, la gente gradualmente ha ido perdiendo el miedo a sindicalizarse”. Hoy, el universo sindicalizado dentro del Banco Chile alcanza los 5 mil trabajadores.

En el día de hoy, la problemática que enfrentan es otra, cuenta Villarroel: “si bien tenemos una fuerza sindical grande, el problema es que el trabajador hoy en día ha perdido esa conciencia colectiva, es un trabajador más individualista, que cuando le hablamos de temas colectivos o no está de acuerdo o no los entiende. Tiene que ver también con la permanencia en el banco, que hoy no supera los 10 años, por lo que el trabajador quieren beneficios para él y ahora. Entonces, tenemos que lidiar un poquito con eso”, relata el dirigente.

Los cambios de logo y de imagen nacen de la necesidad de renovarse frente a sus afiliados y mostrarse  más actualizados. “Renovar nuestra imagen sin que se aleje de lo que es nuestra historia y el trabajo alcanzado en el tiempo. Con un discurso más fresco para la gente, para ese trabajador que se viene incorporando”, señala el dirigente y para llevarla a cabo conversaron con los socios sobre lo que esperaban del sindicato. Asimismo, también cambiaron el nombre dejando de ser el Sindicato Nº1, para recuperar el genérico de Sindicato Banco de Chile. “Nos apropiamos de nuestro nombre de origen, de antes de las funciones”, cuenta Villarroel.

“Cada equipo, de cada época en la historia del sindicato ha hecho su aporte – reflexiona el secretario sindical-, si uno analiza, lo que teníamos en los inicios a lo que tenemos hoy día es muy distinto. Hoy tenemos dos recintos recreacionales, uno en Graneros y otro en Algarrobo; los trabajadores tenemos uniformes, lo que está en nuestro convenio colectivo. Mucha gente cree que estos beneficios el banco los entrega por que sí. Tenemos beneficios como bonos de vacaciones, un seguro de salud con cobertura de un 80%, cosas que la gente no valora en su magnitud. Al verlo en perspectiva cada directiva sindical ha hecho su aporte indistintamente de las distintas circunstancias políticas que le haya tocado vivir”.

Es por eso que quisieron celebrarlo, nos cuenta el dirigente, con el mayor universo de socios posible. “Asumimos todo este compromiso con la historia. Tiene que ver con mostrarle a los socios de nuestro sindicato, la identidad, quienes son ellos, que se hagan parte y se sientan orgullosos de lo que ha conseguido este sindicato en el tiempo”, señala.